sábado, 21 de diciembre de 2013

¿A quién felicitar?


                                                                                                              Foto: Antorelo


Una de las acepciones del vocablo felicitar significa manifestar a alguien la satisfacción que se experimenta con motivo de algún suceso fausto para él.
En los tiempos que corren, escasos son los acreedores de tal felicitación, porque poco o nada hay que festejar. Ni parados, ni aspirantes a serlo, ni pensionistas, ni jóvenes sin expectativas laborales, ni empleados con sueldos mezquinos tienen sucesos faustos que celebrar.
Entonces, cabe preguntarse: ¿quiénes viven acontecimientos dignos de ser conmemorados y ser felicitados? Mercados, banca, políticos (sálvese quien pueda), empresas energéticas y no energéticas podrían ser algunos de los afortunados y, por consiguiente, destinatarios de tal felicitación, pero no la necesitan porque la reciben convertida de ganancias y prebendas.
A mí, solo me queda desear a todos los que han acercado a este blog (en crisis desde agosto de 2013) que el nuevo año sea nuevo de verdad y no una copia del que ahora se marcha, aunque eso ya es otro cantar…


  • La flor que aparece en la foto se llama Trachelium caeruleum. Suele encontrarse en roquedales sombríos. En uno de ellos la encontré y tomé la fotografía.