martes, 21 de mayo de 2013

Carteles

                                                                                              

 

A veces, mientras deambulamos por las calles de nuestros pueblos o ciudades, nos encontramos con una placa que, fijada en la fachada de alguna casa, anuncia que allí nació, vivió o murió algún personaje relevante (artista, escritor, deportista…). En estos recordatorios solo se hace referencia a esas tres propiedades inherentes a todo ser vivo, pues el decoro impide que otras, por muy vitales que resulten para nuestra supervivencia, salten a la cartelería fachaderil, aunque el caso que hoy nos ocupa constituya un quebranto a esta regla.
La experiencia nos demuestra que cuando los fluidos encerrados luchan enconadamente por escapar, ponen en serios aprietos al carcelero que impide su fuga. En ocasiones, es tal la virulencia de su embestida que someten al guardián y, una vez reducido, de inmediato le obligan a ponerlos en libertad. Entonces, la evasión se produce con total impunidad en lugares, a veces, nada propicios para resolver tal negocio.
Si es verdad lo que anuncia el cartel, en grande apretura debió verse el maestro para arrimarse al rincón y ejecutar la faena que en la pared se escribió; eso sí, con total desapego a las reglas ortográficas de acentuación.




*Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete (Córdoba 1917- Linares, 1947), fue uno de los grandes toreros de España en la década de 1940. Su muerte, en la plaza de toros de Linares (Jaén), lo convirtió en un mito.