sábado, 9 de mayo de 2015

Visita imprevista



Una tarde del pasado mes de abril, transitaba con mi viejo Ford por una sinuosa carretera cuando, al culminar una subida, divisé sobre una loma un pintoresco pueblecito en el que un ramillete de casas blancas se arracimaba en torno a una enorme iglesia. Cuando llegué a él, abandoné la carretera, estacioné el vehículo y me adentré por sus calles.
Con intención de sonsacar alguna información a los lugareños, entré en un bar a tomar un café, pero comprobé, con cierta desilusión, que el único parroquiano era yo. El camarero, un chico joven, se aplicaba con entusiasmo y abnegación a manipular un impecable móvil. Más interesado en su faena que en contestar a las preguntas del “intruso”, comprendí al momento que no era aquel el sitio que mejor se ajustaba a mis propósitos.
Proseguí mi camino y llegué a una calle cercana a la iglesia, donde pegué la hebra con un señor que, además de excelente conversador, demostró ser persona instruida en saberes muy beneficiosos para el negocio que yo llevaba. Me dijo que el majestuoso templo fue mandado construir siglos atrás por una familia de posibles que vivió en el pueblo, algunos de cuyos miembros habían desempeñado importantes cargos políticos. También me comentó que había otra iglesia debajo de aquella que teníamos delante y, además, me dio todo tipo de indicaciones para que mi visita resultase provechosa.
Me despedí afectuosamente de mi interlocutor y continué el periplo. Bajé una pronunciada pendiente y llegué a un frondoso cementerio adosado a una de las paredes del templo, en ella vi la entrada que da acceso a la “otra iglesia” que, en realidad, es un panteón situado debajo de la iglesia principal, donde están inhumados algunos miembros de la familia que sufragó la monumental edificación.
Crucé el cementerio y me dirigí a la entrada de la cripta, como la puerta estaba abierta, pasé directamente al interior, donde una grisácea e inquietante penumbra lo envolvía todo. Mientras recorría el silencioso y solitario recinto rodeado de tumbas, imágenes y altares, pensé que, al parecer, es cualidad inherente a la condición humana procurar situarse junto a los poderosos, pero no solo en la vida terrenal, sino también en la celestial. Digo esto porque desde siempre los lugares más “codiciados” de los cementerios han sido los situados más próximos a la iglesia y los ubicados en su interior.
Concluida la visita, y siguiendo las meritorias directrices del magnífico informador, encaminé mis pasos al lugar, donde siglos atrás, estuvo instalada una fabrica de naipes, que poseyó el monopolio de este producto carteril para su venta en las colonias americanas. En la actualidad, el lugar lo ocupan varias viviendas particulares. Seguro estoy que muchas y sabrosas historias deben circular por ultramar donde las barajas, aquí fabricadas, tuvieron un destacado protagonismo.
Como era ya algo tarde, me dirigí a recoger el coche, no sin antes prometerme volver en otra ocasión, ya que todavía no había visto la iglesia de los vivos, pues es probable que su visita incluso me pudiera dar para escribir otra entrada en el blog, quién sabe…      


31 comentarios:

  1. Estos viajes dan para mucho y suelen ser interesantes.

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  2. Un camarero en un bar solitario. Un lugareño junto a la iglesia. Donde más gente junta hallaste fue en ese lugar donde no suelen hablar mucho.
    Un saludo.

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  3. Que lindo relato. Me encantaría visitar esos pueblitos perdidos en el tiempo, con secretos y misterios inquietantes.

    Un abrazo.

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  4. hermoso relato de los que nos gustan a lo que adoramos perdernos por las carreteras sin rumbo fijo.
    Un abrazo.

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  5. Me has llevado de la mano a tu lado por las veredas de tus dias
    Te dejo un inmenso abrazo mas un besos

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  6. He pensado en Heraclio Fournier en relación a los naipes... quizás no es ese fabricante.

    En cuanto al camarero... ya no quedan camareros en casi ningún sitio. Ahora hay merluzos.

    Saludos.

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  7. Me gusta visitar sitios así con tanto encanto. Una entrada estupenda. Un abrazo.

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  8. Me gusta visitar sitios así con tanto encanto. Una entrada estupenda. Un abrazo.

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  9. El relato que comentas y la descripción del pueblo sin nombre me hace darle vueltas a su posible bautizo. Y en estas estoy cuando me doy cuenta de que puede ser cualquiera del territorio nacional. Lo único que me da una pista más singular es la fábrica de naipes.
    Un saludo

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  10. Un relato de traza deliciosamente gótica, monsieur.

    Feliz tarde

    Bisous

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  11. Magnifico relato.....espero el desenlace final.

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  12. Pues, muy intrigado quedo a la espera de saber como es la iglesia de los vivos de ese misterioso pueblo.
    Feliz fin de semana.
    Un abrazo.

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  13. Por la foto que ilustra la entrada y por lo que se desprende de tu ameno relato, parece que anduviste por Macharaviaya.
    Un fuerte abrazo.

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  14. Al leerte, y mencionar la palabra cementerio, me ha venido a la memoria el cementerio de Luarca, que visité hace tiempo.. Me encantó, sus hermosas lápidas, y por sus mausoleos. Allí están los restos del famoso científico español, Severo Ochoa.
    He viajado mucho pero no recuerdo haber visto un pueblo que se le parezca al que
    describes. Ya nos enteraremos.
    Abrazos.

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  15. Has dibujado un pueblecito mediante palabras, al que imagino perdido en la cima de un cerro.
    Saludos hoy desde
    http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com.ar/2015/05/por-que-los-hombres-llevan-barba.html

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  16. Me ha encantado lo bien que describes el pueblo .Estos viajes siempre resultan interesantes.Un abrazo

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  17. Muy mal educado el chico del movil, pudo levantar la cabeza y hacerte caso. Ayyyyyyyyyyyyy esa juventud que pasa por el colegio, pero que el colegio no pasa por ellos

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  18. Los viajes inesperados resultan mucho mejor que los que se planean de arriba abajo, al menos a mi me suele pasar. Mal genio tenía el muchacho. Un abrazo.

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  19. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  20. Anorelo:
    Gracias por tu información. No he estado en ese pueblo.
    Abrazos

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  21. describes perfectos los momentos que tu vives

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  22. Tengo yo una lista de pueblitos de estos que tu describes, que son mi tesoro.
    Besos

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  23. Es siempre un placer salir carretera adelante a ver que es lo que nos encontramos.
    Un abrazo.

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  24. ♬♪ه° ·.
    Um local solitário e místico!...

    Boa semana!
    Beijinhos.

    ╰╮✿
    ✿✿ه° ·.

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  25. La magia del pasado nos seduce, nos llama...

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  26. He pasado para desearte una feliz semana.


    un abrazo

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