Alrededor de mil acordeonistas han
llegado a España contratados por doña Crisis para solaz y divertimento de los españoles. Con tal liberalidad, se propone doña Crisis agasajar a todos
aquellos que, con sus sacrificios, penurias y estrecheces, están contribuyendo a que su estancia en este
país le resulte tan próspera, grata y duradera.