De
un tiempo a esta parte, atravesamos un periodo jalonado de situaciones harto
complicadas (crisis, atentados, catástrofes paro…) que generan inseguridad y esta, a su
vez, en ocasiones provoca miedo en la población. Este último es inherente a la
condición humana y está presente en todas las etapas de nuestra vida: en uno u
otro momento, hemos sentido o sentimos miedo a la obscuridad, a la soledad, al
sufrimiento propio o ajeno, a la enfermedad, al fracaso, a la muerte... Sin embargo, este
sentimiento, que en un principio podría parecer como algo negativo, no es más
que la respuesta del organismo, desarrollada a lo largo de la evolución, para
sobrevivir: aquellos seres vivos que reaccionaron rápido ante un peligro,
sobrevivieron y se reprodujeron más. No obstante, conviene señalar que gran
parte de nuestros miedos son el resultado de nuestra tempestuosa mente.
Asimismo, los miedos sociales (enfermedades, paro, terrorismo, crisis, guerras…) son contagiosos y se extienden con facilidad entre los grupos de la sociedad. Estos miedos, aunque reales, se ven alimentados por la continua afluencia de noticias desastrosas que nos lanzan los medios de comunicación y los políticos. Esto crea una sensación de angustia generalizada que hace al grupo susceptible de manipulación. Sirva como ejemplo de la anterior afirmación un hecho constatado en los últimos años: el miedo a perder el trabajo o a no encontrarlo ha propiciado que la sociedad acepte sin rechistar drásticos recortes sociales y laborables.
Asimismo, los miedos sociales (enfermedades, paro, terrorismo, crisis, guerras…) son contagiosos y se extienden con facilidad entre los grupos de la sociedad. Estos miedos, aunque reales, se ven alimentados por la continua afluencia de noticias desastrosas que nos lanzan los medios de comunicación y los políticos. Esto crea una sensación de angustia generalizada que hace al grupo susceptible de manipulación. Sirva como ejemplo de la anterior afirmación un hecho constatado en los últimos años: el miedo a perder el trabajo o a no encontrarlo ha propiciado que la sociedad acepte sin rechistar drásticos recortes sociales y laborables.
Por
otro lado, muchos investigadores sostienen que, en las últimas décadas, nuestra valoración de posibles riesgos ha
entrado en una fase de confusión porque, de pronto, los riesgos que identifica
nuestra estructura cerebral por la experiencia evolutiva compiten con ingentes
informaciones de nuevas amenazas. La zona de cerebro encargada de la alerta ante
los primeros signos del peligro se siente hoy desbordada por riesgos que son
simplemente anunciados en imágenes aireadas por los medios de comunicación; en
cambio, otros riesgos más reales como la conducción de automóviles, la comida
basura, el abuso de medicamentos o las radiaciones de ordenadores y teléfonos
móviles son infravalorados. En definitiva, tenemos más miedos que nunca, pero
en las direcciones equivocadas y despreciamos los auténticos peligros para nuestra
vida. Muchas personas sienten pánico cuando ven un saltamontes, en cambio, son capaces de subirse en un automóvil con total tranquilidad, a pesar de la altísima tasa de muertes ocasionadas por accidentes de tráfico.Y, que yo sepa, nunca persona alguna fue devorada por un saltamontes, en cambio, la carretera sí lo hace todos los días.
De acuerdo con lo anterior, podríamos plantearnos que si las estructuras cerebrales encargadas de alertarnos de los peligros externos no realizan adecuadamente la tarea encomendada por el proceso evolutivo, sin duda, en el futuro seremos mucho más vulnerables. El tiempo responderá a esta y a otras muchas cuestiones…
De acuerdo con lo anterior, podríamos plantearnos que si las estructuras cerebrales encargadas de alertarnos de los peligros externos no realizan adecuadamente la tarea encomendada por el proceso evolutivo, sin duda, en el futuro seremos mucho más vulnerables. El tiempo responderá a esta y a otras muchas cuestiones…
Mira... mira... no me des más preocupaciones...
ResponderEliminarInteresante y real. Le damos mayor importancia a la catarata de información que nos viene de afuera , que a los verdaderos monstruos con los cuales convivimos y que dejamos entrar en nuestra casa, en nuestros platos sin darles importancia.
ResponderEliminarmariarosa
Somos muy vulnerables y fácilmente manipulables. Lo estamos viendo ahora, con las últimas noticias.
ResponderEliminarUn saludo.
Nos han inundado de miedos (la mayoría infundados) y así nos tienen bien amordazados.
ResponderEliminarSaludos.
Como dice Tracy:- mejor no pensar- Al paso que vamos, por miedo, no podremos salir de nuestra casa.
ResponderEliminarSaludos
Qué la sociedad actúa como un organismos es sabido; y siente miedo cuando se ve amenazado gravemente. Así fue en 1938 cuando Orson Welles radió La guerra de los mundos. El caos producido por el miedo, por el pánico fue de los que hacen historia. y hoy de otra manera eso sigue. Canalizar la opinión pública hacía determinados presupuestos, propiciando un estado de temor permanente, de miedo de baja intensidad, para modificar conductas, es cosa que hay quien pàrece tomarse muy en serio hoy día.
ResponderEliminarReciba un saludo en ésta mi primera visita por su rincón.
Joder!!! Nos das unos disgustos!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante reflexión. El miedo, en efecto, es una buena alerta y una gran ayuda para la supervivencia, pero de poco nos sirve si no aprendemos a manejarlo y dejamos que sea él quien nos maneje. Es un arma de doble filo que puede volverse fácilmente contra nosotros.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Confío en que este caos nos enseñará a ser mejores y que el miedo será el motor para lograrlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una entrada muy interesante. Yo también pienso que el ser humano es cada vez más vulnerable,tal vez, porque cada vez tiene más miedo a perder ese estado del bienestar del que tanto se habla. Estamos obligados al continuo estado de alerta porque nos sentimos obligados a estar constantemente informados y ese exceso de información - casi siempre negativa- nos produce temor hacia casi todo.
ResponderEliminarSaludos
Vivimos en el caos generalizado, nuestro cerebro no es capaz de digerir todo este caos.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay más verdad que con la que terminas el post.
ResponderEliminarEl tiempo todo lo contesta.
Besos
Excelente entrada. El miedo nos ayuda a protegernos. Creo que solo es negativo cuando no sabemos controlarlo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana y días festivos.
Un abrazo.
"Digan lo que digan los demás" y apesar de todo, yo tengo mucho miedo de los saltamontes y de las cucarachas jajajaja. Después del 11 de Septiembre empezamos a sentir más miedo, En estos atardeceres de invierno que más no son que noches ya (detesto) si yo siento algo raro por detrás de mi, me paro y miro hacia atrás y muchas veces lo que había visto era... solo mi sombra.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio :)
Me ha gustado el desarrollo de tu post. Es muy cierto, que nos toca vivir tiempos difíciles.
ResponderEliminarNo es nuevo, porque sabemos que a lo largo de la historia se han producido muchos "tiempos
difíciles". Antes no corrían las noticias como ahora, que vemos "en directo", las barbaridades,
calamidades, desgracias y nos produce un gran impacto al cerebro. Y el caso es que las personas más cualificadas, se turban y espantan al no ver una clara solución.
Abrazos
Creo que lo importante es vivir el hoy !y no atormentarse por lo que el futuro nos depare. No podemos vivir con miedo.. Un abrazo. Antorelo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con lo que está cayendo como no tener miedos, si yo cada día tengo más, veamos cómo llega este año que ya está a punto de comenzar.
ResponderEliminarLa historia nos habla de épocas malísimas que fueron capaces de llegar a término, así espero que todo lo malo termine, o que sea menos malo. Interesante entrada. Un abrazo.
Con lo que está cayendo como no tener miedos, si yo cada día tengo más, veamos cómo llega este año que ya está a punto de comenzar.
ResponderEliminarLa historia nos habla de épocas malísimas que fueron capaces de llegar a término, así espero que todo lo malo termine, o que sea menos malo. Interesante entrada. Un abrazo.
Buen fin de semana.
ResponderEliminarBesos
Me encanta lo que escribiste
ResponderEliminarEs un tiempo de desafíos tratando de vivir la vida que podemos
No la vida que queremos
Me encantó tu texto
Pues sí, estoy de acuerdo contigo, aunque veo muy difícil una salida a esa espiral de miedos "promovidos"...
ResponderEliminarEn mi caso, desde que nació el niño, los miedos no hacen más que aumentar.
Abrazo!
Con mis mejores deseos, feliz fin de semana y feliz Navidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felices Fiestas Antorelo.
ResponderEliminarQue las pases lo mejor posible.
Saludos.
Mi querido amigo te deseo paz y alegría.
ResponderEliminar¡¡FELIZ NAVIDAD Y UN MEJOR AÑO 2016!!
mariarosa
Has puesto una entrada llena de sentido y como no de “inseguridades” pero así están las cosas y de momento… ganan los malos, los que no llenan de miedos mientras ellos se llevan nuestros dineros a paraísos fiscales para no tener que trabajar ya jamás… mientras nos vamos agarrando a lo que hay, sin pensar que la unión hace la fuerza, y bueno sería tener conciencia de eso. Un abrazo, hoy especialmente me ha encantado leerte. Un abrazo y ¡¡¡ FELICES FIESTAS !!!
ResponderEliminarFeliz Navidad y prospero Año Nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola estoy aquí . He estado desaparecida por cosas que pasan, pero prometo volver antes de lo que esperas. un abrazo Y lo mejor para el año que viene.
ResponderEliminarÚltimamente ando un poco descolgado de internet pero no quiero dejar pasar el año sin desearte un ¡¡FELIZ 2016!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
ResponderEliminarFeliz Nochevieja, feliz 2016-
Un abrazo.
Muchas gracias!!!
ResponderEliminares Divino el blog y cada publicacion!!!
Soy fans de este blog, siempre lo leo!
Felicitaciones!!!
abrazo