Días pasados, mientras almorzaba en un restaurante, en una mesa cercana un solitario personaje se disponía a quebrantar el descanso del cubierto que delante tenía. Con esa intención, pidió un plato cuyo nombre era una amalgama de sustantivos, adjetivos y preposiciones: tan complejo y prolongado era, que su cabal significado –creo- solo quedaba reservado a personas versadas en la moderna terminología gastronómica.
Poco tiempo había transcurrido cuando, nuestro protagonista, llamó al camarero y se interesó por la naturaleza de alguno de los componentes del plato servido, como este tampoco era sabedor de todos los secretos que ocultaba tan complejo nombre, acudió al cocinero con la intención de documentarse. Al volver, resolvió con soltura aquel galimatías que daba nombre al supuesto manjar, tarea a la que se aplicó durante más de diez minutos.
Aún no se había repuesto el camarero de su brillante exposición, cuando de nuevo fue requerido para que trajese una botella de agua, motivo este, que dio lugar a un nuevo coloquio sobre si los envases idóneos deben ser oscuros, que si botellas de plástico o cristal, que si agua natural o mineral, etc.
Hacía ya rato que cuchillo y tenedor habían recuperado el reposo, cuando el buen hombre pidió la carta de postres. Acudió otro camarero que, haciendo gala de una sólida formación reposteril, asesoró con autoridad y, al parecer, acierto a nuestro protagonista.
Muy complacido debió quedar el anciano cuando dejó una cuantiosa e inusual propina de casi cincuenta euros. Entonces comprendí cabalmente lo ocurrido: no solo había ido a comer, sino también a degustar unos momentos de conversación; y ahora trataba de recompensar la generosa ración de palabras que había consumido.
Apuré el café, pagué la cuenta, dejé una minúscula propina y salí del restaurante.
Reposición
La soledad es una grave enfermedad en esta sociedad nuestra en la que todo va tan rápido que nadie tiene tiempo de detenerse a dar conversación a un anciano. El caballero encontró la manera, y se conformó con poco.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Bisous
Cara le salió la conversación... Aunque si sirvió para paliar la soledad...
ResponderEliminarAbrazo!!!
Tal vez era un hombre solo y en ese preguntar y ensayar una conversación, se pasa el día y se distrae. La soledad es triste y una buena conversación, siempre deja tema para repensar....
ResponderEliminarmariarosa
Cada vez más vivimos en nuestra propia burbuja.
ResponderEliminarParadójicamente la sociedad de la comunicación nos está aislando en nuestras casas conectados a internet y permanentemente solos.
Al final conversar con otro humano en directo será un lujo.
Saludos.
Por mi edad y profesión, he visto en primera línea cómo ha florecido alrededor de la comida un inmenso jardín de sustantivos, adjetivos, adverbios, adnominales y verbos modificados en su estructura básica, todo ello para dar un complemento circunstancial de modo a la manera de comer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es como la vida misma, yo también he tenido oportunidad de escuchar esas conversaciones. Los ancianos están deseando que se les preste atención, aunque no estén totalmente solos.
ResponderEliminarGracias por tus visitas en mi blog y un abrazo.
Tremendo que ocurra esto que cuentas en forma de relato, pero que puede ocurrir en la vida que llevamos, aunque la propina no sea tan generosa, jejeje.
ResponderEliminarPost con mucha miga. Hay mucha soledad, y tambien lo compruebo no solo en los restaurantes sino en el comercio, en las consultas, en las farmacias. Hacen falta muchos oídos y poder prestarlos con generosidad...
ResponderEliminarEncuentro genial tu forma de exponer el tema.
Bss
Interesante reflexión.
ResponderEliminarA la vuelta de la esquina hay mucha gente que nos entra en una conversación con el fin de no sentirse sola. A veces ni nos damos cuenta. ¿O sí?
Gracias por pasarte por mi blog estas semanas de ausencia.
Comenzamos la temporada con fuerza. :)
Un abrazo.
Bueno, también puede ser que ese cliente tan hablador hubiera ido a aquel restaurante para aprender algo de hosteleria, gastronomía, cocina y cosas de esas, y pagando la clase muy generosamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá en un tiempo no muy lejano tengamos que conversar solos. Todos estarán ensimismados en sus asuntos y no tendrán tiempo para escuchar al otro.
ResponderEliminarSaludos
Hay gente muy sola
ResponderEliminarque necesita hablar con desconocidos,
conozco a muchos así
y estoy dispuesta siempre
a escuchar sus cuitas.
Un saludo
¿Sabes que la extensión del nombre del plato seguramnete era inversamente proporcional al contenido del mismo? Ahora ya sabes que se lleva la comida minimalista...
ResponderEliminarUn slaudo
Comida esnob la llaman y en wikipwdia esto es lo que pone: es un anglicismo derivado de la palabra «snob» con el cual se denomina a una persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc. de aquellos a quienes considera distinguidos o de clase social alta para aparentar ser igual que ellos.
ResponderEliminarQuizas este no fuesa el caso de hombre
La gente cuando está en la calle últimamente se está dando el lujo de hacer parte de su conversación con personas que ellos creen "disminuidas y sin educación" esa especie que tenemos nosotros de hincharnos el pecho como pavos reales cuando vemos que alguien nos presta atención.... besos Antorelo
ResponderEliminarPuede darse en la realidad. Hay gente muy sola.
ResponderEliminarEl problema de la soledad de nuestros mayores es algo grave y no todo el mundo dispone de cincuenta euros para remediarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más o menos es lo que pretenden los adalides de la nueva cocina, que la gente vaya a los restaurantes a cualquier cosa menos a comer.
ResponderEliminarUn saludo.
De todo hay y asi de de ser en esta vida, hay quien del comer hacen una religión y ademas quieren que los demas lo sepan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo
La soledad querido amigo es a veces muy difícil de llevar y si de paso de tener un buen servicio y un buen manjar le conceden el favor de tener con el unas palabras amables, pues mejor que mejor ¿ No te parece mi niño?.
ResponderEliminarMiles de besinos de esta amiga que te desea feliz fin de semana con inmenso cariño.
Es triste pero a la vez muy hermoso
ResponderEliminarMe alegra volver por esta su casa caballero
Besos
Bueno,al menos pudo mantener una conversación que por lo visto lo necesitaba más que el comer.
ResponderEliminarUn abrazo Antorelo.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
La soledad a veces pesa. Un abrazo
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, creo que todos en algún momento nos hemos topado con un comensal de este tipo, parte del disfrute de la comida es la conversación, el contacto con el otro, el compartir un poco la soledad, para que se haga más llevadera...
ResponderEliminarSaludos desde Caracas
La soledad entristece, y aísla: y esto infunde al hombre una gran debilidad.
ResponderEliminarSi estás de buen humor las personas a tu alrededor, también lo estarán y lo necesitan tanto como tú.
Un abrazo.
Más hambre de compañía que de manjares.
ResponderEliminarLa soledad ahondándose...
Abrazos
un gran texto
ResponderEliminarfacil de leer
ameno corto y con un final para que cada uno de nosotros sonria
me gusta el sabor que le das a lo tuyo
mil besos
Hay muchas personas solas en este mundo que lo único que necesitan es un poco de conversación.
ResponderEliminarun beso
Feliz octubre
ResponderEliminarrecién comenzado
que traiga nuevas letras,
un abrazo
Feliz fin de semana,
ResponderEliminaranímate y escribe,
un saludo
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Venga! Escribe!!!
ResponderEliminarGalimatías: Me detuve en esa palabra. Muy parecida a vida. Aclaro, no la conocía...
ResponderEliminarSaludo y abrazote enorme, hasta allá, Antorelo
Pues nada,
ResponderEliminarque otra vez a saludarte,
buenas noches
La comida, como el vino, hay que tomarla en compañía. Tiene que se muy triste comer sólo y más si es habitualmente. Un saludo
ResponderEliminarDonde estás?
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarAntorelo: te has olvidado de escribir....
ResponderEliminarTe dejo un saludo navideño.
:
¡¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!!
mariarosa